Las Interferencias: octubre 2014

jueves, 23 de octubre de 2014

La Educación Prohibida

Copio y pego una vieja entrada de 2012 de otro de mis blogs:

La Educación Prohibida.


Hoy he visto este trailer a través de "Homeschooling en Madrid" y me he quedado con ganas de saber más de este proyecto y de las cuestiones que plantea. Realmente, son las cuestiones importantes que deberíamos plantearnos, sobre todo teniendo en cuenta el camino que lleva la humanidad. Ahora bien, junto a planteamientos interesantes veo que se ha dado voz a colectivos frente a los que me muestro totalmente escéptica. No sé cuál será el tratamiento final de las entrevistas y confío en que no será una suma sin más de voces sino que se intentará llegar al fondo del asunto, profundizar desde un punto de vista crítico con cada una de las posturas. No valdría criticar la educación oficial "militarizada" y capitalista, tanto la estatal, privada y concertada, para caer en brazos de oscurantismos de nuevo cuño.

Para mí uno de estos nuevos oscurantismos está representado por las escuelas Waldorf que parten de Rudolf Steiner y la antroposofía. Para una breve introducción en este tipo de escuelas recomiendo leer este artículo, aunque no comparta su punto de vista contrario a la no escolarización: http://adepensar.blogspot.com/2009/06/waldorf-la-pedagogia-sarasa.html

Está muy bien que critiquemos la educación que se nos impone desde el estado y el sistema capitalista, su adoctrinamiento, su masacre a la creatividad y las ganas de aprender, ya que su principal función es acostumbrarnos a lo que vendrá después y a ser seres sumisos frente al poder. Ahora bien, la educación debe partir de la verdad, del ansia de verdad al menos. Para mí, pedagogos que creen en la existencia de los ángeles o de Dios, seres que pertenecen al ámbito de las creencias no demostrables, a la intimidad de la fe, pierden toda credibilidad cuando tratan de incluirlos en su método pedagógico. ¿Cómo podemos partir de una mentira o de algo indemostrable que pertenece al ámbito de las creencias personales? Y aquí vuelvo a referemirme a las escuelas Waldorf creadas por Rudolf Steiner y la antroposofía. Esta crítica es extensible a su rama de “banca ética”, Triodos Bank, como podemos ver en el temario de este curso impartido por su subdirector general: http://www.sociedadantroposofica.com/Eventos/Seminario/

Como dato curioso, algunas escuelas Waldorf están asociadas a la UNESCO en su Plan de Escuelas Asociadas creado en 1953: http://es.wikipedia.org/wiki/Pedagog%C3%ADa_Waldorf . Pero lo que creo que más me disgusta y me intriga es su origen. Según la Wikipedia:

"En 1919 Steiner visitó la fábrica de cigarrillos Waldorf Astoria, en Stuttgart, Alemania y habló a los trabajadores sobre la necesidad de una renovación social, una nueva forma de organizar la sociedad, su vida política, cultural y económica. Era su propuesta de la llamada Tripartición o Triformación social. El dueño de la fábrica, Emil Molt, le solicitó a Steiner si podría encargarse de establecer y dirigir una escuela para educar a los hijos de los empleados de su empresa en este nuevo sentido social, preservando lo cultural-educativo dentro de la esfera de la Libertad, sin interferencia de lo político ni de lo económico. Así nació la Escuela libre Waldorf. La educación que recibieron estos niños fue tan innovadora y evolucionada que pronto comenzaron a surgir escuelas Waldorf en Alemania y luego el movimiento de escuelas Waldorf se extendió por el resto de Europa y el mundo."

¿Por qué un empresario querría educar a los hijos de sus empleados "sin interferencia de lo económico"? Como anarquista, creo en la libertad, el apoyo mutuo y la autogestión. Los trabajadores deben asociarse para educarse a sí mismos. ¿Qué clase de valores quería transmitir a los obreros Emil Molt? ¿La sumisión al empresario de una fábrica de un producto tóxico como los cigarrillos Waldorf Astoria? ¿Que no hay razón lógica alguna por la que unos seres humanos acumulan y derrochan mientras otros pasan toda su vida trabajando para otros? ¿Que puede existir una coexistencia pacífica entre empresarios y trabajadores a través de la paz social, espejismos y migajas? ¿Que el sistema económico no debe tocarse aunque cree necesidades falsas (cigarrillos) en la población o se base en la guerra y la muerte como motor de la economía? Esa desde luego no es la educación ni los valores que me gustaría transmitir a las nuevas generaciones si lo que deseamos es un mundo mejor o que simplemente no se autodestruya. Seguiré investigando y leyendo: http://www.rudolfsteinerweb.com/a/emil_molt.php

En fin... lo importante es no perder nunca el espíritu crítico para, como dice la expresión popular, no salir de Málaga para entrar en Malagón.

Por cierto, ¿conocerán los documentalistas la Escuela Libre Paideia?

jueves, 9 de octubre de 2014

"Podemos hacerlo"

Hoy voy a hablar de uno de los emblemas o símbolos utilizados para recrear la imagen de mujer "empoderada", la ilustración de J. Howard Miller que podemos titular "We can do it!" (¡Nosotros/as podemos hacerlo!):



Lo primero que llama la atención es la mirada fuerte y penetrante de una trabajadora segura de sí misma que nos enseña su musculoso brazo. El texto de abajo dice: "War Production Co-ordinating Committee" (Comité Coordinador de la Producción de Guerra). ¿Y qué comité era ese? Pues el comité que creó la empresa Westinghouse durante la Segunda Guerra Mundial.

El poster no fue diseñado para su exhibición o para animar la contratación de más mujeres sino para su uso interno dentro de la empresa. La ilustración de Miller, encargada a través de una agencia de publicidad, pertenecía a una serie más amplia en la que la mayor parte de los representados eran hombres. Se trataba de propaganda interna para animar y motivar a los trabajadores a esforzarse más en sus tareas laborales. El mensaje era en realidad "Podéis trabajar más y mejor para nosotros" y el objetivo era "subir la moral, reducir el absentismo, hacer que las preguntas de los trabajadores se dirigieran a los jefes y reducir la probabilidad de insatisfacción laboral que pudiera conducir a una huelga en la fábrica".


Geraldine Hoff Doyle fue la mujer real, trabajadora de Westinghouse, que inspiró el poster y que, por cierto, se fue de la empresa una semana después de que le hicieran la foto en la que se basó Miller, tras el accidente laboral de una compañera. Estas mujeres estaban fabricando forros plastificados para cascos impregnados de "Micarta", una resina fenólica inventada por Westinghouse. Se produjeron unos 13 millones de forros para cascos en el transcurso de la guerra. Todo ese tipo de material bélico se usaría contra Hitler, algo muy loable sino fuera porque las grandes firmas estadounidenses apoyaron el crecimiento del nazismo e incluso negociaron con la Alemania Nazi: General Motors, Texaco, Ford... Los negocios son los negocios.


Las relaciones laborales dentro de Westinghouse Electric habían sido muy tensas durante los años anteriores. En 1941, esta empresa finalmente se vio forzada a firmar un acuerdo laboral con los trabajadores del sindicato "United Electrical, Radio and Machine Workers of America", ya que estaba obligado por la Ley Nacional de Relaciones Laborales. El Gran Capital norteamericano necesitaba acabar con la lucha de clases sustituyéndola por el "todos a una", juntitos empresarios y trabajadores por el bien de la empresa y del Estado sin tocar ninguno de los "privilegios" (si es que a ser opresor se le puede llamar privilegio) existentes ni, por supuesto, todo lo que conlleva el trabajo asalariado. ¿Nos suena de algo este mensaje? Sí, se llama fascismo corporativo.

 Vemos, por tanto, que no es una imagen que luche o refleje la emancipación de la mujer o del hombre, sino la fusión cuerpo-mente con la causa empresarial y con el aumento en el número de dígitos de la cuenta bancaria del empresario de turno. Es un emblema del capitalismo (aunque perfectamente podría tener un equivalente soviético o nazi, ¡o incluso de fábrica colectivizada!) que trata de aplacar todo conflicto entre dominantes y dominados que pueda hacer que la productividad descienda.
 
Esta ilustración es la viva imagen de que el concepto de "empoderamiento" (empowerment) es totalmente ajeno y diferente al de "emancipación". ¿De qué nos sirve creernos poderosos si seguimos siendo esclavos con una pequeña ilusión de poder? ¿De qué sirve el poder sin la ética, el sentido crítico y la capacidad de reflexionar?

En algún momento histórico esta imagen se puso de moda en los medios como icono del empoderamiento femenino. Es deplorable. Una mujer jamás se emancipará por ser una asalariada de Westinghouse que fabrica armas mientras el gran capital de su país está alimentando a la fiera que después, supuestamente, querrá abatir.

¿Cuántos de los símbolos de empoderamiento actuales no tendrán la misma función esclavizante que este anuncio propagandístico? Para empezar quizás tendríamos que salir del autoengaño y definir qué es lo que realmente "podemos" y no "podemos" hacer en las circunstancias actuales.