Las Interferencias: Fragmento de "Madre, virgen, puta" de Estella V. Welldon

lunes, 23 de marzo de 2015

Fragmento de "Madre, virgen, puta" de Estella V. Welldon



El libro de la psiquiatra Estella V. Welldon hace una aportación al estudio de las violencias ejercidas por mujeres y madres desde su experiencia clínica en multitud de casos concretos. Tiene para mi gusto una visión excesivamente psicoanalítica que puede restar interés al libro, pero hay que reconocer su valentía y compromiso al hablar de una realidad silenciada, políticamente incorrecta y que todavía sigue siendo tabú.

Pg. 153 del libro "Madre, virgen, puta", editado por Psimática Clínica. La negrita es mía:

Cuando en 1988 publiqué por primera vez mi libro, el reconocimiento de la perversión femenina era inexistente, a pesar de la evidencia de que la perversión masculina es a menudo el resultado de una mala maternidad. Es bien conocido que las madres incestuosas no facilitan y hasta no permiten a sus hijos ningún proceso de individualización y/o separación. 

En realidad, es cierto lo opuesto: utilizan a su bebé como parte de sí mismas en una forma fetichista. La mayoría de nuestros pacientes que sufren de perversiones tienen una historia de relaciones con sus madres de tipo sobreprotector, con frecuentes cambios hacia el descuido y el abandono. 
(...)
Me pregunté, entonces, por qué razón había sido tan difícil conceptualizar la noción de maternidad perversa y otros comportamientos perversos femeninos con relación a la psicopatología completamente diferente que se origina del cuerpo de la mujer y de sus atributos inherentes. Por extraño que parezca, la maternidad es un vehículo excelente para que algunas mujeres puedan ejercer actitudes perversas y pervertidoras hacia sus hijos en represalia contra sus propias madres. Algunas mujeres que se sienten inadecuadas e inseguras, encuentran que el niño se vuelve la única fuente disponible de nutrición emocional. Un enorme anhelo de afecto físico se descarga sobre el niño. La perversión de la maternidad es el producto final de abusos seriales o de descuido infantil crónico. Esta condición involucra al menos tres generaciones en las cuales una maternidad defectuosa o inadecuada se perpetúa a sí misma en un movimiento circular, reproduciendo un ciclo de abuso. Las perversiones femeninas incluyen bulimia, anorexia, automutilación, abuso sexual y físico de los niños e incesto con sus hijos de ambos sexos. Un porcentaje significativo de los pacientes que vemos - y esto se refiere tanto a hombres como mujeres - han sido abusados sexualmente cuando eran niños. No carente de importancia es el hecho de que las historias de las mujeres que son perpetradoras de abuso físico y sexual de los niños sean precedidas por la psicopatología de autoabuso o de relaciones sadomasoquistas. 
(...)
La falla para entender la naturaleza de la perversión femenina ha llevado a que algunas damas muy dañadas fuesen tan malinterpretadas como para negarles el tratamiento que necesitaban y el cual a veces habían demandado. Tales actitudes están entre las razones por las cuales los profesionales - aparte del público en general - tardan tanto tiempo en aceptar que las mujeres en tanto madres o que ejercen una profesión materna (enfermeras, cuidadoras de niños, etc.) pueden infligir daños irreparables y permanentes a los niños que, se supone, están cuidando. 

Mis observaciones clínicas confirman este sesgo. En innumerables ocasiones, las agencias y establecimientos estatales han expresado alarma - a veces lindando con el pánico - cuando me enviaban a pacientes masculinos abusadores sexuales. Esto contrasta fuertemente con la dificultad que mis pacientes femeninas tenían a menudo para ser tomadas seriamente en cuenta por algunas instituciones. Después de la inicial publicación de Madre, virgen, puta, muchas más mujeres se han presentado solas a la Clínica Portman para ser tratadas. Me han contado que los intentos previos de obtener atención profesional, en parte debidos a los sentimientos mezclados que sentían hacia su hijo - sea éste varón o nena -, no eran tomados seriamente.  


Relacionado:

- La agresividad intragrupo en "El Vacío de la Maternidad" de Victoria Sau:
http://lasinterferencias.blogspot.com.es/2015/03/la-agresividad-intragrupo-en-el-vacio.html 

- Fragmento de "Violencia deliberada: las raíces de la violencia patriarcal" de Maria Dolors Molas Font: http://lasinterferencias.blogspot.com.es/2015/03/fragmento-de-violencia-deliberada-las.html

3 comentarios:

  1. Gracias de corazón, Tania. Este libro me abre una puerta. Ojalá hubieran sido así de valientes tant@s psiquiatras y psicólog@s por los ke he pasado, y ke se hubiera leído en la facultad en la ke estudié magisterio y psicopedagogía.
    Seguimos en contacto.
    Javi.

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